10 senderos espectaculares para hacer Trail Running en España
Correr por la montaña es una sensación que solo conocen los que han vivido la experiencia. Cruzar ríos, observar el mar a tu lado, atravesar bosques y empaparte de la parte más pura de nuestro país, de que la naturaleza acompañe tu respiración acelerada mientras tu corazón bombea fuerte y el sudor resbala por tu frente, es lo que nos hace lanzarnos al trail running y tener ganas de descubrir siempre más recorridos, más rutas y más destinos. A continuación, te presentamos 10 rutas de trail running en España que pueden ayudarte a salir de tu zona de confort y conocer sitios nuevos.
Picos de Europa
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Fuente Dé
Correr entre las montañas de Cantabria es uno de los mayores placeres que cualquier amante de la naturaleza y del trail running puede experimentar. Esta comunidad ofrece la oportunidad de poder disfrutar de rutas muy retadoras mientras te enamoras del paisaje en cada pisada. La ruta de la Fuente Dé se ubica en el corazón de los Picos de Europa y cuenta con la cualidad de ser un recorrido casi vertical, lo que puede ser la razón por la que el nombre de la ruta sea: “Kilómetro Vertical Fuente Dé”. Este trayecto es circular, por lo que llegarás al punto de origen cuando finalices. También es algo complicado porque hay tramos que requieren de habilidades cercanas casi a la escalada, pues el terreno es escarpado.
El sendero traza un recorrido ascendente. Comienza presentando una pradera rodeada de vegetación. A este suelo relativamente llano, le sigue el tramo de la ladera de El Cabrital, donde ya comienza a notarse el desnivel, que irá convirtiéndose progresivamente en un terreno rocoso y más agresivo según va aumentando la altura del terreno. A este, le sucede El Canal de la Jedunda, que es el tramo más complicado de la ruta y requiere de mucha atención y cierto conocimiento previo de este tipo de terreno, que se encuentra a bastante altitud y no permitirá tropezones ni malas pisadas. Además, acompaña un tramo de pendiente muy empinado, oscuro y estrecho, que termina con un landscape lleno de luz y amplitud que a algunos les parecerá un oasis en mitad del desierto: la pista de El Cable. A partir de este punto, la ruta comienza a descender de nuevo para regresar a Fuente Dé, por un camino cubierto de árboles y sombras.
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Cares
La ruta de Cares es relativamente nueva, hace unos años era prácticamente imposible acceder a esta zona. En su interior albergaba un río, no obstante, la necesidad de emplear el agua de los ríos como fuente de energía, favoreció que se crease un canal que permitiese el acceso a este lugar que tenía un gran potencial.
Tras una serie de adaptaciones y reacondicionamiento del terreno, los excursionistas y aventureros comenzaron a incluir a esta ruta entre sus habituales.
Lo mejor y más impresionante de este trayecto es que gran parte del camino lo recorres sumido entre las paredes de un profundo cañón. La ruta de Cares también se ubica en los Picos de Europa, se extiende en un total de 25 kilómetros y es relativamente sencilla de recorrer, lo que, junto con la abismal belleza que recorre la ruta de principio a fin, ha podido ser la razón por la que este recorrido esté bastante transitado durante los meses de verano.
El circuito es circular, y el punto de inicio se encuentra en el Puente de Poncebos, desde donde se va ascendiendo por la faja que fluye a la par que la garganta del río Cares.
Pirineo Aragonés
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Ruta Faja de las Flores Valle de Ordesa y Monte Perdido
Muchos conocen el Valle de Ordesa únicamente por la discreta, pero famosa excursión que hacen cada año miles de excursionistas a la Cola de Caballo. Pero lo cierto es que este Valle cuenta con paisajes y recorridos que hacen que olvides que horas antes estabas en casa rodeado de la civilización y te hacen sumirte en un mundo paralelo y silencioso, en el que sólo os encontráis tú, y las grandes montañas que caracterizan la zona.
El recorrido de la Faja de las Flores parte de la pradera de Ordesa, y tras unos minutos de recorrer un terreno completamente plano y emboscado, hay que tomar el camino que se dirige hacia las clavijas de Cotatuero. Para alcanzar las clavijas, se recorre un tramo cuya pendiente es completamente ascendente. La parte buena es que seguimos rodeados de árboles y bosque por lo que el sol de la mañana no nos robará demasiada energía.
Sabemos que nos acercamos a Cotatuero cuando los árboles comienzan a desaparecer y son sustituidos por un terreno más abrupto y rocoso. Es muy recomendable que lleves tu equipo de escalada para cruzar las clavijas, pues se encuentran a una altitud muy elevada y son aéreas. Las vistas son preciosas, parece que estás volando en mitad del Pirineo, y el posible miedo o vértigo que puedas tener, se desvanece cuando eres consciente de dónde te encuentras y de lo que estás viendo.
Una vez superadas las clavijas encuentras el valle expuesto completamente ante ti y la cascada de Cotatuero. El siguiente punto es la faja de las flores. Recorrer este balcón que ofrece una increíble vista aérea del Valle de Ordesa es una experiencia impresionante porque parece que la montaña ha hecho un hueco horizontal en su regazo para que tu puedas caminar por él.
Cuando el tramo de la faja finaliza, da comienzo el descenso de la ruta, que es circular. Encontramos a nuestro paso Los Llanos de Salarons, donde también habrá un tramo con clavijas, y tras esto, recorreremos un sendero muy sencillo de bajada que finalizará en la pradera de Ordesa.
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Ruta Ibones de Anayet
Esta ruta se ubica en el Valle de Tena, que es uno de los cinco que dan forma al Pirineo aragonés y se encuentra en la comarca del Alto Gállego. Está rodeado por picos de más de 3000 metros y lo convierten en la cuna del trail running, y en el lugar perfecto donde practicarlo.
El recorrido de los Ibones de Anayet comienza, como su propio nombre indica, en la estación de esquí de Anayet, en Formigal. El trayecto es sencillo, pero puede suponer un entreno muy potente si se sube y se baja corriendo.
La ruta es muy intuitiva y aunque no transcurre bajo las ramas de los árboles, avanza en todo momento al lado de pequeños riachuelos, por lo que avanzamos durante casi todo el trayecto sobre hierba y vegetación.
La pendiente va ascendiendo según nos acercamos al punto final del recorrido, y presenta un tramo algo empinado al final, pero que deja muy buen sabor de boca cuando encuentras la sorpresa que la montaña tenía preparada para ti: Un paisaje inmenso repleto de ibones y pequeños lagos, rodeados de un prado verde en su totalidad. Un paisaje que resulta increíble estando a una altura de esas características. Lo que termina de decorar el paisaje es el entorno que lo rodea, donde se funden picos franceses y españoles, que hacen de la vista algo todavía más especial.
País Vasco
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Ruta de la cascada de Aitzondo
El País Vasco tiene el privilegio de ofrecernos zonas verdes, frondosas, formaciones rocosas de muy digna altitud y en un plano a contraluz con el mar. Lo tiene todo para quien ame la naturaleza. Puedes elegir entre correr bordeando el mar desde las alturas, o desde la orilla, custodiado por la montaña que se presenta imponente en un lateral.
La ruta de la que vamos a hablar tiene su punto de origen en el Parque Natural de Peñas de Aya y finaliza con la cascada de Aitzondo, que tiene una extensión de 140 metros, que desciende en vertical en forma de un gran torrente de agua. La cascada se encuentra en el parque Natural de Peñas de Aia, cerca de Irún.
Este recorrido es circular y no muy extenso, y a lo largo de este se visitan lugares como los Hornos de Irugurutzeta, conocidos por su antigüedad y su gran uso durante el pasado siglo para la actividad minera de la zona. Una vez dejados atrás los hornos, el terreno se convierte en un sendero que atraviesa un bosque que ofrece, una vez superado, un tramo con una pendiente agresiva pendiente que nos indicará que nuestro destino no está lejos.
Esta ruta es muy agradable para hacer un entreno completo y no muy agresivo, que ofrece un final pasado por agua.
Huesca
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Ruta Prepirenaica
Cuando decimos que Aragón es una cuna del trail running, no mentimos. La ruta pre- pirenaica consta de 12 etapas que se recorren normalmente corriendo. En total se recorren 227 kilómetros y se tarda entre 10 y 15 días en completarse.
En cada etapa se transitan una serie de lugares, cada cual más bonito que el anterior. Durante los primeros días de la ruta se recorre el territorio de las cinco villas, una comarca que se ubica en el norte de Zaragoza, y a partir de este punto se comienza a ascender hacia el norte de Aragón. El siguiente punto de la etapa tiene lugar en la Sierra de Santo Domingo. Esta zona está declarada como Paisaje Protegido de Aragón, lo cual no es de extrañar, pues encontramos que la naturaleza y las formaciones geológicas que dominan la zona son excepcionales.
La siguiente parte de esta ruta recorre Villalangua y se adentra en el Reino de Los Mallos de Riglos, formaciones rocosas que parecen sacadas del Gran Cañón de colorado. Tienen un tono rojizo, son altos y afilados, imponentes. Fueron declarados Monumento Natural recientemente.
Una vez atravesados los Mallos, la siguiente parada obligatoria es Loarre. El Castillo también impresiona, por sus dimensiones, su arquitectura y por lo bien conservado que está. A Loarre le siguen la ascensión al pico Gratal, que normalmente alberga neveros debido a su altitud y aislamiento. El famoso Salto del Roldán y el valle de Belsué también se componen la travesía de la Pirenaica y no os dejarán indiferentes.
La ruta termina en Alquézar, un típico pueblo aragonés donde podrás descansar después de un largo e inolvidable viaje y acompañarlo de una comilona merecida.
Guadarrama
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Ruta de El Yelmo vía Senda de las Carboneras GR10
Aunque estemos realmente cerca de la Comunidad de Madrid y resulte casi impensable imaginar que hay formaciones rocosas interesantes y rutas de trail de muy buena calidad, la realidad es que sí, existen, y merece mucho la pena visitarlas.
La ruta del Yelmo es una de las más bonitas e impresionantes de Madrid. Se ubica concretamente en La Pedriza, en el municipio de Manzanares del Real, lugar donde nace la ruta. Este recorrido no da mucho lugar a pérdidas ni a despistes, pues está muy bien señalizado y es muy intuitivo.
La dificultad del trayecto no es muy elevada, no obstante, el recorrido es, lógicamente una subida constante, que se hace muy amena debido a la vegetación y las formaciones rocosas que acompañan al trail runner durante todo el camino. Un punto para afirmar que vas por buen camino, es llegar a la fuente de la Gran Cañada, que también es un indicador de que, a partir de ese momento, la ruta se complica ligeramente ya que sube el desnivel.
El recorrido es muy dinámico, pues las grandes piedras que se encuentran en el trayecto toman formas muy curiosas, simulando a veces la apariencia de animales, o personas.
El camino, que sigue ascendiendo, ofrece algo de descanso cuando se alcanza la Pradera del Yelmo. Aquí es cuando se comienza a bordear el Diezmo, que nos irá guiando hacia la cumbre del Yelmo: el punto final de la Ruta.
Extremadura
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Ruta en el Parque Nacional de Monfragüe
Esta ruta por el Parque Nacional de Monfragüe, en Extremadura, es la zona del Mediterráneo que mejor conservada está en el mundo, ofrece unas vistas, bosques frondosos y profundos. La enormidad del Parque da cabida a realizar infinidad de rutas y trayectos que permitirán a cada uno adaptar su recorrido al nivel de resistencia que tenga.
El recorrido más transitado puede ser aquel que se dirige al Castillo de Monfragüe y tiene su origen en Villareal de San Carlos, al que le sigue la primera etapa de la ruta, el Puente del Cardenal, que utilizaremos para cruzar el Tajo y para continuar nuestro camino hacia la Casa de Peones Camineros. A raíz de este momento, la ruta se intuye con facilidad.
El recorrido no requiere demasiada intensidad, lo que permite al trail runner correr a buen ritmo mientras disfruta de un paisaje rico en vegetación y especies muy variadas de árboles. El castillo hace la función de mirador. Desde allí puedes ver la cantidad de aves y especies de pájaros que sobrevuelan el cielo y las montañas, y disfrutar del enorme paisaje que protagoniza la escena.
Un punto de especial relevancia es que en este espacio natural se puede observar una gran variedad de fauna que vive en libertad, como ciervos, buitres leonados o halcones. Por eso, es de vital importancia respetar el entorno en el que nos encontramos y ser conscientes de que debemos convivir con las especies autóctonas que encuentran en este Parque Nacional, su casa.
Mallorca
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Ruta de Coll de sa Gramola - La trapa
Esta ruta recorre la zona de Tramuntana Sur, más concretamente, la de La Trapa. Se trata de un recorrido circular, por lo que el punto de origen y destino son el mismo.
El comienzo de este trayecto es Coll de sa Gramola, y a través de senderos, caminos en zigzag, zonas emboscadas y algunas pendientes, llegamos a Ses Basses, un lugar que reconocerás si encuentras dos casas y un pozo, que se deja atrás para avanzar hacia el cap Fabioler. Aprovecha este punto para observar desde la altura el mar y la Sierra de Tramuntana desde el mirador de Cap Fabioler, ubicado sobre un gran e imponente acantilado que finaliza con el romper de las olas sobre las rocas y la inmensidad del mar a continuación.
Una vez grabadas en tu memoria las vistas, el camino hacia la Trapa continúa. Cuando llegues a tu destino, observarás un cúmulo de viviendas, denominadas las Casas de La Trapa, que se construyeron a principios del Siglo XIX.
Esta ruta te ofrece la posibilidad de entrenar, ver el mar, respirar aire puro y empaparte de una parte de la historia mallorquina de la Sierra de Tramuntana.
Canarias
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Ruta de Benijo- Roque Bermejo
Correr con el mar cerca y sobre el suelo de Canarias es un lujo que no puedes perderte. La ruta de la que vamos a hablar se ubica en Santa Cruz de Tenerife y comienza en Benijo, un casal próximo al Macizo de Anaga. La ruta de Roque Bermejo comienza en un casal del Macizo de Anaga y habrá que dirigirse a continuación a la localidad del Draguillo. El siguiente punto de llegada del recorrido es Las Palmas de Anaga.
El camino, además de ofrecer unas vistas inolvidables y un aire completamente puro acompañado de una brisa marina que te revolverá el pelo y te ayudará a correr sin cansarte tanto, es bastante intuitivo y fácil de seguir. La siguiente parada se encuentra en el Faro de Anaga, desde donde se puede observar Roque Bermejo, que será el punto final de la ruta.
El recorrido tiene una extensión total de 16 kilómetros y requiere que predispongas de una buena condición física, pues la ruta cuenta con varios puntos algo exigentes.
Esperamos haberte inspirado a correr rodeado de la naturaleza, las montañas o el mar. Hacer deporte en estas condiciones no se entenderá jamás como un sacrificio, sino como un lujo y una oportunidad. ¡Anímate!