TODO LO QUE UNAS LENTES DE CALIDAD PUEDEN HACER POR TU SALUD

A estas alturas sabemos ya lo primordial que es elegir unas lentes de calidad y no cualquiera que encontremos a un precio muy bajo. En este artículo vamos a hablar de todo lo que unas buenas lentes pueden hacer por tu salud ocular, o más bien, todo lo que pueden evitar. Y es que continuamente usamos el término “lentes de calidad” o “buenas lentes”, pero ¿qué parámetros determinan que unas lentes son buenas?

¿CÓMO SÉ QUE MIS LENTES SON DE CALIDAD?

Lo primero es que estas protejan ante la radiación ultravioleta. Para ello tendrán que tener, como mínimo, un factor de protección UV nivel 4. Esto cobra una mayor importancia aún si las vamos a usar para practicar deportes en la montaña, como es el esquí, puesto que en zonas de altitud la radiación maximiza su incisión. Es más, en la nieve, la radiación UV refleja hasta un 80% más, en comparación con la arena, que proyecta únicamente entre un 10 y un 25%. Además, la radiación aumenta un 5% por cada 1000 metros de altitud, así que ya puedes ponerte a echar cuentas del porcentaje que hay en cualquier estación de esquí, ¡y no hablamos ya de esas excursiones freeriders por las altas cumbres!

Después de verificar este punto, debemos comprobar que se ajusten bien a nuestra fisionomía, ya que, si no podemos ver el 100% de nuestro campo de visión, corremos el riesgo de no ver algún obstáculo, como puede ser otro esquiador, un objeto volador, un hoyo en la nieve, etc., que nos haga peligrar.

Continuando con la forma que deben tener y ya que estamos en una marca de máscaras de esquí Premium, hablaremos sobre la importancia que tiene cubrir la mayor parte posible de tu cara. Esto es para evitar tanto la entrada de rayos solares como de cualquier otro cuerpo extraño. Los expertos recomiendan que una buena máscara de esquí tenga cobertura, a poder ser parte de los laterales, no limitándose a la parte delantera únicamente. Por tanto, lo ideal siempre será una máscara curva y que se adapte a tu rostro, siguiendo el recorrido que hacen los pómulos hasta llegar a los límites del cabello.

Óptimamente estas tendrán que ser ligeras, para aportar mayor comodidad... ¡que ya pesa bastante el resto de la equipación!

LA GUINDA DEL PASTEL 

Volviendo a las lentes como tal, idealmente estas deberán ser polarizadas. ¿Qué significa esto? Que reflejaran los rayos solares que incidan en nuestros ojos, evitando potenciales daños como los que te hablaremos a continuación. Por último, (y ya puesto a pedir) que tengan algún tipo de sistema anticondensación y antivaho y claro está, ¡resistentes! De nada nos valdrá que se rompan a la mínima y nos dejen tirados en nuestra primera caída de la temporada. En resumen, un buen equilibrio calidad-precio. ¿Muchas cosas que tener en cuenta? Uller está aquí para solucionarlo y te dejamos el link a nuestras máscaras, cuyos modelos cumplen absolutamente todos los requisitos.

Y te preguntarás: ¿son tan importantes? ¿No estamos siendo todos un poco exagerados? ¿Por unas horas de verdad que me va a afectar tanto? Lamentablemente, sí. Es más, no es que sea únicamente un daño leve de sequedad lo que se puede producir en tu retina, sino que hay, desgraciadamente, un amplio abanico de daños para tus ojos.

¿QUÉ ME PUEDE PASAR?

El primero y más leve es el enrojecimiento o lagrimeo debido a la sequedad que el Sol genera en la retina. Esta luz, junto con una lente de baja calidad que no filtrará la radiación UV, generará que tu ojo haga un sobresfuerzo por vislumbrar la luz solar (que está siendo nulamente parapetada), dilatándose de esta forma la pupila. Esto hará que haya una mayor superficie de incidencia para los rayos solares, habiendo más donde dañar.

Si esta exposición al sol en la nieve se continúa prolongando, a partir de las dos horas, puede que se produzca la conocida como “ceguera de nieve”. Esta no es otra cosa que, poniéndonos en términos técnicos, una querastasis solar o fotoqueratitis: inflamación en la córnea del ojo. Esta no es notable inmediatamente, sino que sus síntomas empiezan a aparecer entre las 6 y las 12 horas posteriores. ¿Cómo lo notaremos? Generalmente sentiremos arenilla dentro del ojo, un dolor fuerte y disminución de la visión, además de que serán más sensibles a la luz solar y estarán rojos. Y como bien dice el dicho “más vale prevenir que curar”, la mejor prevención son unas lentes aptas, adecuadas y aprobadas oftalmológicamente para evitar estos problemas.

CEGUERA DE NIEVE: ¿CÓMO LO IDENTIFICO?

Más allá de los síntomas a corto plazo, que no son deseados por nadie, la sucesiva ocurrencia de estas enfermedades produce un envejecimiento prematuro de los párpados, pudiendo derivar a la aparición de cataratas a una temprana edad, o de lesiones retinales como la Degeneración Macular asociada a la edad.

Si ya es demasiado tarde y padeces de ceguera de nieve, debes que acudir al médico, quien te recetará unas lágrimas artificiales o, si se encuentra en una fase un poco más grave, corticoides o un analgésico. Eso sí, reposo un par de días y se acabó la exposición solar de tus ojos. En este caso, si tu idea era una escapadita a la nieve… vas a tener que pasar estos días bajo techo, principalmente porque no verás nítidamente. Pero tranquilo, iras recuperando la vista progresivamente, no te vas a quedar sin ella. ¡Ah! Y si experimentas (en algunos casos puede suceder) cambios de color en tu visión, no pienses que te estas volviendo loco, puesto que también puede deberse a esta afección corneal.

Otro de los consejos de los profesionales de la salud es ponerse paños húmedos en los párpados para tratar de aminorar el dolor, ¡y ni se te ocurra frotarte los ojos! Aprovechando que no vas a salir a ningún sitio, deja descansar también tu vista de las lentes de contacto y usa gafas, de esta forma reduciremos más aún la sequedad y el estar toqueteando nuestros ojos, básicamente.

Haciendo un pequeño paréntesis en esto, si necesitas llevar gafas, esto no es una excusa para no poder usar una máscara de esquí en condiciones, puesto que hoy día estas pueden graduarse. Igualmente, si piensas que no te merece la pena invertir en una graduación de estas lentes, puedes optar por ponerte lentillas para esquiar o llevar tus propias gafas debajo de la máscara si esta es lo suficientemente amplia para ella.

¿TENER LOS OJOS CLAROS INFLUYE?

Por último, volviendo a nuestras preocupaciones oculares, queríamos matizar que cada tipo de ojos es un mundo. Por ejemplo, los llamados ojos claros son mucho más sensibles a cualquier condición y patología, por lo que, si es tu caso, mejor tener un cuidado extra. Pero, ¿y sólo daña el sol? Siento decirte que no. El frío y la nieve son otros factores que pueden incidir en la salud de nuestros ojos, al igual que el viento, provocando daños en la córnea por la formación de microcristales o mucho más frecuentemente, sequedad ocular.

Estas son solo las problemáticas más frecuentes y a corto plazo que se producen por quemazón solar en nuestros ojos, pero hay muchas más menos conocidas y, las más graves no ocurrirán a las horas o días de esquiar, sino con los años, como consecuencia de las locuras y malas decisiones tomadas hoy. Por esto es muy importante ocuparse ahora, para no tener que preocuparse mañana. Así que pásate por nuestra sección de máscaras para asegurarte de dar el cariño que se merece tu vista. ¡Que tiene memoria!

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

• ¿QUÉ DAÑOS PUEDE PROVOCAR EL SOL EN LOS OJOS?

El daño más frecuente del sol en la nieve es la ceguera de nieve, aunque también pueden producirse otros como sequedad, lagrimeo o enrojecimiento.

• ¿QUÉ ES LA CEGUERA DE NIEVE?

La ceguera de nieve es una enfermedad que afecta a la córnea y se produce por la exposición a la radiación solar a partir de las dos horas en la nieve.

• ¿QUÉ SINTOMAS TIENE LA CEGUERA DE NIEVE?

Los síntomas que provoca la ceguera de nieve son sensación de arenilla, ojos rojos, dolor intenso, lagrimeo, disminución de la visión, mayor sensibilidad a la luz, etc.

• ¿CÓMO AFECTA LA RADIACIÓN UV EN LA NIEVE?

La radiación UV proyecta 8 veces más en la nieve, además de que está aumenta un 5% por cada 1000 metros de altitud, es decir, que si estamos a 3000 metros sobre el nivel del mar, habrá un 15% más de radiación UV.